Hola Comunidad…

Conversemos….

En varias ocasiones en las que me he reunido con amigos a charlar, tomarnos unos copetines o un café, ha salido el tema de los eventos que nos han pasado a casi todos los que hemos sido padres y ahora abuelos. Los que hemos emigrado a esta edad adulta la primera opción que hemos evaluado es ir al país donde ya se han asentado nuestros hijos. ¿ Ha sido esto un acierto o error de nuestra parte? La mayoría ha sido un error porque hemos llegado a la vida que ellos, nuestros hijos, ya han construido fuera de nuestras alas, incorporándolos nuevamente a nuestras vidas y ya ellos han aprendido a disfrutar de su independencia, a tomar sus propias decisiones y a realizar su proyecto de vida con valores y creencias algunas de ellas tomadas de su nueva vivencia. De pronto sentimos que «estorbamos allí». La gran mayoría de nosotros tiene expectativas familiares pasadas, porque eso viajó con nosotros desde nuestros años de jóvenes, nosotros si vivíamos pendientes de las costumbres familiares, el estar mudados o viviendo cerca de la casa de nuestros padres era lo común y el deber ser, estar rodeados de eso que conocíamos como familia. Ahora nuestros hijos ya adultos están haciendo su vida, planificando su futuro, disfrutando sus experiencias y nosotros aterrizamos en su terreno fértil, sembrado y abonado para crecer y recoger sus propios frutos y nuestras raíces ya no pueden crecer allí. Ya nosotros vivimos y sembramos en nuestro terreno sea cual sea, y ellos solo quieren liberarse de las historias, para ellos está es el presente. Ya no nos toca correr detrás de ellos, tienen su fin y su velocidad y ya nosotros no estamos en esa carrera. Ya hay que dejar de andar detrás de la vida de los hijos y nietos para posicionarnos en la nuestra. Ahora toca invertir esa energía en nuestro futuro, a nuestro tiempo sin prisas pero con pausas, enamorándonos de nuestras cosas, proyectos y milagros. Los invito cada mañana hacer el siguiente ritual » Hoy pongo mi mano izquierda sobre mi hombro derecho y mi mano derecha sobre mi hombro izquierdo y me abrazo fuerte y me felicito, porque crié unos hijos independientes, felices, que buscan y construyen su vida con su destino, con sus desaciertos y habilidades y ese es el mejor trabajo que pude haber hecho por ellos y por mí. Ese es mi legado para ellos como madre y/o padre. Me abrazo y me reconozco lo bien hecho y ahora voy por mí a ser auténtico y a tomar el propio camino de mi vida.» Agradecer ahora que no tenemos edad sino un sentir y que debemos estar conectados a la vida, a la belleza y a la magia. Mi mejor relación es la que mantengo conmigo mismo porque esa es eterna para siempre. A esta edad florecemos de nuevo y nos debemos dejar sorprender e inspirar una y otra vez. Es nuestra experiencia unida al destino. Salud por eso !!!!!!!

Autor: Karelia Gonzalez

Abogada de profesión, proyectingcoach, coach transpersonal, motivadora, terapeuta de Medicina China y consultora en TRE. Actualmente soy consultora en procesos de cambio y trabajo con personas del tercer ciclo de vida. Te acompaño a proyectar tu magia a través de tu potencial humano. Lee todas las entradas de Karelia Gonzalez